EL VIEJO DOGO
Acércase lamiéndome la mano
y se tiende a mis pies pausadamente.
Tiene sueño mi perro inteligente,
mi viejo gladiador cordillerano.
Se ha dormido pensando en un lejano
paisaje cetreril porque es valiente,
y sueña con un duelo a garra y diente
en el mallín, el bosque o el pantano.
Viejo dogo: descansa que ya es hora,
mientras mi gratitud te condecora,
y en el armiño de tu piel sin brumas
grabándote corales y rubíes,
con dagas de marfil los jabalíes
y con tridentes de carey, los pumas!!
Alejandro Nores Martínez |